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Conferencia:
Creatividad y competitividad urbana en la escena global
Lima en el rankeo de ciudades del siglo XXI
Isaac D. Sáenz
XI Congreso Nacional de Arquitectos del Perú
Huancayo, 16-18 septiembre del 2009
Conferencia:
Creatividad y competitividad urbana en la escena global
Lima en el rankeo de ciudades del siglo XXI
Isaac D. Sáenz
XI Congreso Nacional de Arquitectos del Perú
Huancayo, 16-18 septiembre del 2009
América Economía, Mayo 2009, pág. 22
Abstract
Esta ponencia aborda el estudio de la ciudad de Lima desde el paradigma de la competitividad, evaluando el desempeño de la capital peruana en el contexto regional, a partir del análisis de los rankeos internacionales. Se contextualiza previamente el proceso de competitividad interurbana en el escenario global, un escenario marcado por la creatividad, como estrategia para la construcción de ciudades competitivas.
La ciudad en el escenario de la competitividad y la creatividad
La competitividad, un concepto propio del ámbito empresarial, ha incorporado paulatinamente en su dinámica, el territorio, incluyendo naciones, regiones y ciudades. La competitividad constituye hoy uno de los grandes tópicos en torno a los estudios y debates sobre la ciudad, además de aspecto clave para entender los cambios producidos en las ciudades en los últimos años (Gordon, 2005).
La competitividad interurbana tienen que ver con la capacidad de inserción de las ciudades en los mercados regionales, nacionales e internacionales y su relación con el crecimiento económico local y la calidad de vidas de su población, con miras al desarrollo sostenible (Sobrino, 2005). Existen diversos factores en la evaluación del grado de competitividad de una ciudad. Ian Gordon considera que las ciudades compiten por: 1) inversiones privadas 2) inversiones públicas 3) mercados 4) capital humano 5) organización de eventos de alto nivel. Estos objetos de competitividad pueden situarse en una competencia interurbana al interior de un país o extenderse en el espacio global.
En este contexto, es necesario resaltar el cambio de actitud que envuelve el tema urbano, en particular el imaginario sobre la ciudad. Hoy se consolida una tendencia que ve las ciudades positivamente, más como una solución y menos como un problema (Carrión, 2005). Esto, debido a que la ciudad se ha posicionado como un espacio de articulación de los actores sociales, de apertura, de innovación, con una importancia significativa en la constitución de estados estables y economías sustentables, aportando al desarrollo económico, a la estabilidad política y al fortalecimiento de la cultura y el espacio público (Hanley y Carrión, 2005). A su vez, encontramos un resurgimiento en la comprensión de las ciudades como escenarios de diversidad, creatividad e innovación. En la medida en que las ciudades desarrollen habilidades para movilizar talento, es decir, aglutinar capital humano, representado por profesionales altamente capacitados, se situarán en posiciones expectantes. De modo, que el crecimiento urbano-regional y la competitividad urbana se encuentran en función de la convocatoria de gente creativa. De acuerdo a Richard Florida, esta es la lógica de nuestra era: la era creativa (Florida, 2003).
Competitividad de Lima en el escenario regional
Uno de los rankeos más reputados sobre competitividad interurbana es publicado por América Economía (en adelante AE), una revista que elabora desde el 2000 el ranking de las mejores ciudades para hacer negocios en América Latina. Esta utiliza un modelo de análisis que asume que las ciudades son objeto de inversión, considerando en el 2009 las siguientes variables. 1) Entorno macro 2) Tamaño y dinamismo económico 3) Capital humano 4) Servicios personales 5) Servicios corporativos 6) Conectividad física 7) Poder de marca y 8) Sustentabilidad.
El ICUR (Índice de Competitividad Urbana) propuesto por AE el 2009, sitúa a la capital peruana en el puesto 7º, en un ranking que incluye 50 ciudades latinoamericanas relevantes, habiendo sido una de las ciudades que mejor ha evolucionado en los últimos años. Lima sigue a Bogotá entre las ciudades de la CAN y es una de las ciudades capitales latinoamericanas mejor posicionadas, después de Santiago, México D.F., Buenos Aires y Bogotá, no obstante la intensa competencia entre ellas. Este rankeo muestra el intenso y dinámico proceso de competencia entre ciudades, variando su lugar año tras año. Lima presenta un estándar de calidad de vida más bajo, menor nivel de capital humano y bajo nivel de competitividad en temas de innovación y telecomunicaciones. El limitado índice de capital humano de Lima redunda en un restringido desempeño en el escenario global, en tanto el recurso humano se encuentra estrechamente asociado a la creatividad y por ende a la competitividad.
Los dos grandes pilares que engloba la competitividad interurbana tienen que ver con la eficiencia económica y la calidad de vida. El segundo aspecto se interesa por el impacto del crecimiento económico sobre la fábrica social: inclusión, capital y cohesión sociales. No obstante los logros del primer pilar, todavía son limitados los del segundo, como muestran los datos empíricos. A este respecto, Mercer Human Resources Consoulting (MHRC), que elabora anualmente el Registro Mundial de Calidad de Vida, situaba a Lima en el 2007 en el puesto 7 en las siguientes variables: calidad de vida y salud y sanidad, sobre 10 ciudades capitales sudamericanas.
La competitividad, un concepto propio del ámbito empresarial, ha incorporado paulatinamente en su dinámica, el territorio, incluyendo naciones, regiones y ciudades. La competitividad constituye hoy uno de los grandes tópicos en torno a los estudios y debates sobre la ciudad, además de aspecto clave para entender los cambios producidos en las ciudades en los últimos años (Gordon, 2005).
La competitividad interurbana tienen que ver con la capacidad de inserción de las ciudades en los mercados regionales, nacionales e internacionales y su relación con el crecimiento económico local y la calidad de vidas de su población, con miras al desarrollo sostenible (Sobrino, 2005). Existen diversos factores en la evaluación del grado de competitividad de una ciudad. Ian Gordon considera que las ciudades compiten por: 1) inversiones privadas 2) inversiones públicas 3) mercados 4) capital humano 5) organización de eventos de alto nivel. Estos objetos de competitividad pueden situarse en una competencia interurbana al interior de un país o extenderse en el espacio global.
En este contexto, es necesario resaltar el cambio de actitud que envuelve el tema urbano, en particular el imaginario sobre la ciudad. Hoy se consolida una tendencia que ve las ciudades positivamente, más como una solución y menos como un problema (Carrión, 2005). Esto, debido a que la ciudad se ha posicionado como un espacio de articulación de los actores sociales, de apertura, de innovación, con una importancia significativa en la constitución de estados estables y economías sustentables, aportando al desarrollo económico, a la estabilidad política y al fortalecimiento de la cultura y el espacio público (Hanley y Carrión, 2005). A su vez, encontramos un resurgimiento en la comprensión de las ciudades como escenarios de diversidad, creatividad e innovación. En la medida en que las ciudades desarrollen habilidades para movilizar talento, es decir, aglutinar capital humano, representado por profesionales altamente capacitados, se situarán en posiciones expectantes. De modo, que el crecimiento urbano-regional y la competitividad urbana se encuentran en función de la convocatoria de gente creativa. De acuerdo a Richard Florida, esta es la lógica de nuestra era: la era creativa (Florida, 2003).
Competitividad de Lima en el escenario regional
Uno de los rankeos más reputados sobre competitividad interurbana es publicado por América Economía (en adelante AE), una revista que elabora desde el 2000 el ranking de las mejores ciudades para hacer negocios en América Latina. Esta utiliza un modelo de análisis que asume que las ciudades son objeto de inversión, considerando en el 2009 las siguientes variables. 1) Entorno macro 2) Tamaño y dinamismo económico 3) Capital humano 4) Servicios personales 5) Servicios corporativos 6) Conectividad física 7) Poder de marca y 8) Sustentabilidad.
El ICUR (Índice de Competitividad Urbana) propuesto por AE el 2009, sitúa a la capital peruana en el puesto 7º, en un ranking que incluye 50 ciudades latinoamericanas relevantes, habiendo sido una de las ciudades que mejor ha evolucionado en los últimos años. Lima sigue a Bogotá entre las ciudades de la CAN y es una de las ciudades capitales latinoamericanas mejor posicionadas, después de Santiago, México D.F., Buenos Aires y Bogotá, no obstante la intensa competencia entre ellas. Este rankeo muestra el intenso y dinámico proceso de competencia entre ciudades, variando su lugar año tras año. Lima presenta un estándar de calidad de vida más bajo, menor nivel de capital humano y bajo nivel de competitividad en temas de innovación y telecomunicaciones. El limitado índice de capital humano de Lima redunda en un restringido desempeño en el escenario global, en tanto el recurso humano se encuentra estrechamente asociado a la creatividad y por ende a la competitividad.
Los dos grandes pilares que engloba la competitividad interurbana tienen que ver con la eficiencia económica y la calidad de vida. El segundo aspecto se interesa por el impacto del crecimiento económico sobre la fábrica social: inclusión, capital y cohesión sociales. No obstante los logros del primer pilar, todavía son limitados los del segundo, como muestran los datos empíricos. A este respecto, Mercer Human Resources Consoulting (MHRC), que elabora anualmente el Registro Mundial de Calidad de Vida, situaba a Lima en el 2007 en el puesto 7 en las siguientes variables: calidad de vida y salud y sanidad, sobre 10 ciudades capitales sudamericanas.
Epílogo
Lima es una de las ciudades que mejor ha evolucionado en los últimos años respecto al promedio de América Latina en términos de competitividad interurbana, a la par del crecimiento económico del país, la estabilidad macroeconómica y la actitud favorable a la inversión foránea. Aunque las cifras en general no son auspiciosas en el contexto internacional a nivel país, destaca el notorio avance de Lima Metropolitana en los rankeos entre ciudades.
Las ventajas que presenta Lima, respecto al escenario regional tienen que ver con: tamaño del mercado, potencial turístico y localización. Además del tamaño y dinamismo económico, a Lima le va bien en variables como libertad para hacer negocios, poder de marca y servicios corporativos. Aspectos por mejorar: calidad de vida, capital humano, potencial innovador, conectividad y seguridad. Lo prioritario continua siendo el componente social, tanto en al escala nacional como metropolitana. Una vez más, las estadísticas muestran cómo las ciudades, en este caso Lima Metropolitana con respecto al Perú, constituyen escenarios donde es posible avanzar a mayor velocidad en aspectos tanto económicos como sociales, de cara a la competitividad interurbana en la escena global.
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Descriptores: competitividad urbana, creatividad, globalización, rankeo de ciudades, Lima Metropolitana, siglo XXI
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